En la noche de Navidad se produjo un acontecimiento histórico en la base de lanzamiento de la Guayana Francesa: se puso en órbita el telescopio espacial James Webb de la NASA. El telescopio se lanzó con un vehículo de lanzamiento Arean-5. El observatorio espacial, cuya creación costó 10.000 millones de dólares para superar la distancia de 1,6 millones de kilómetros.
Se supone que esta distancia se cubrirá en un mes, y preparar el telescopio para que funcione llevará 5 meses. Una vez que el telescopio esté en órbita, se desplegará el espejo principal, de 6,5 metros de diámetro, y se desplegará la cubierta. A continuación, se desplegarán los segmentos de espejo dorados.
Los trabajos en el telescopio comenzaron en la década de 1990. En el proyecto participaron expertos de 29 países.
El lanzamiento del telescopio no estuvo exento de aventuras. El primer intento fue infructuoso: justo en el último momento surgieron problemas técnicos que tardaron una semana en resolverse. El telescopio se lanzó con éxito en una noche festiva.
Como señalan los expertos, la tecnología, dotada de un telescopio, permitirá realizar investigaciones de las que se podrán extraer ciertas conclusiones sobre la vida en el Universo poco después del Big Bang.
El astronauta de la NASA Bill Nelson dijo que los hallazgos del telescopio ayudarán a la humanidad a «comprender mejor el universo y nuestro lugar en él».
Como señaló Nelson, el éxito del lanzamiento del telescopio puede considerarse una especie de milagro, porque varios factores han funcionado a la perfección, que en combinación y aseguraron un lanzamiento exitoso. El astronauta calificó el acontecimiento como «un regalo de Navidad para la humanidad». Según el astronauta Stephen Hawley, el telescopio James Webb es considerablemente superior a su predecesor, el telescopio Hubble. El astronauta también ha expresado la esperanza de que a su debido tiempo la humanidad tendrá oportunidades y tecnologías que permitirán enviar para el servicio de un telescopio «James Webb» tripulaciones especiales como se hizo para el servicio de un telescopio «Hubble».
Los expertos suponen que el telescopio James Webb en órbita servirá al menos diez años. Sin embargo, algunos expertos señalan que la vida útil del telescopio podría ser mucho más larga. Los expertos señalan que cuando el telescopio Hubble se lanzó desde la Tierra y se puso en órbita en 1990, ni siquiera las predicciones más optimistas sugerían que fuera a durar 32 años.
Por supuesto, ahora no es posible enviar equipos con personas para mantener el telescopio James Webb. Sin embargo, sus creadores han previsto una serie de características de diseño que alargarán significativamente la vida del equipo en caso de que la gente llegue al telescopio para su mantenimiento.