La creación de contenidos para las redes sociales es una actividad en la que participan unos 50 millones de personas con mayor o menor regularidad. Se trata de personajes públicos, blogueros de todo tipo, moderadores de todo tipo de comunidades y personas que aportan la parte técnica del proceso. De esta masa de gente, unos 2,3 millones de personas hicieron de la creación de contenidos para las redes sociales su profesión básica.
El trabajo en las redes sociales ya no se comercializa simplemente, sino que se ha convertido en un mercado con un volumen de negocio gigantesco. Según los analistas en 2021, la capitalización total relacionada con la publicación de contenidos en Internet es de unos 1.100 millones de euros.
La mayoría de las grandes empresas han hecho de las redes sociales una parte importante de su promoción en el mercado y una de sus principales herramientas para comunicarse con los clientes potenciales y los consumidores, obteniendo su opinión.
El principal público de las redes sociales y las grandes plataformas de Internet son las personas nacidas entre 1982 y 2012, los llamados «zoomers» y «millenials». Lo que estas personas tienen en común es el deseo de gozar de la máxima libertad, que se traduce en el deseo de trabajar a distancia y con flexibilidad para ganarse la vida.
Las redes sociales ya se han convertido en un gran negocio, con sus propios protagonistas. Uno de ellos es Abdullah al-Ghafri, conocido por sus admiradores por su apodo QQQ. La creación de Abdullah, Snapchat, ha atraído al público principalmente porque, a diferencia de Instagram, por ejemplo, es imposible «engañar» a su audiencia. Y el propio Abdullah Al-Ghafri dice que fue él quien contó con un recurso con público en directo. Pero ahora el empresario también trabaja en YouTube. Confesó que llevaba 7 meses preparando su proyecto para YouTube, porque la competencia en este campo es muy alta.
Un gran número de aspirantes a bloggers sueñan con convertirse en Influencers con millones de suscriptores. Pero no son pocos los que sólo tienen una vaga idea de lo que tienen que hacer y de lo que tienen que pagar para tener éxito.
Si eres un bloguero con 700.000 seguidores y una celebridad, Uptin Saeedi dice que debes estar preparado para trabajar durante unos dos años para «promocionarte». Y durante este tiempo los ingresos serán escasos o nulos.
Uptin Saeedi dijo a Uptin que los mejores bloggers ganan buen dinero en YouTube o Facebook por la publicidad que ponen en sus contenidos. Pero para ello, el bloguero necesita generar contenidos únicos durante un largo periodo de tiempo, para mantener el interés. En sentido figurado, un bloguero de primera línea es una especie de marca promocionada.
Hoy en día, los mejores blogueros y las empresas de software de Internet trabajan inextricablemente unidos. Según Alessandro Bogliari, cofundador y director general de Influencer Marketing Factory, sin el apoyo de los mejores blogueros, los desarrolladores de aplicaciones de streaming están condenados al olvido. Todo desarrollador quiere que su producto sea utilizado por algún Influencer famoso.
Hoy en día, las redes sociales han dejado de ser sólo plataformas de entretenimiento y comunicación. Se han convertido en un negocio muy serio con una enorme capitalización. Y esto ha aumentado enormemente la responsabilidad de los creadores de contenidos, no sólo en cuanto a su calidad en el aspecto técnico y de contenidos, sino también en cuanto al cumplimiento de las normas morales y éticas.